Cómo escoger el protector solar que más te conviene

Utilizar un protector solar es la mejor arma para evitar manchas, lunares y quemaduras solares que, muchos años después, pueden derivar en cáncer de piel. No obstante, cada vez hay más productos y más opciones en el mercado. Aunque esto en principio es bueno porque nos ofrece soluciones más precisas para cada tipo de piel y situación, lo cierto es que sin unas pautas adecuadas se hace difícil dar con la crema solar más adecuada.

Por eso, enFarmacia El Puente Valle Guerra queremos enseñarte a comprar un protector solar con garantías, además de mostrarte algunos productos específicos que pueden venirte muy bien para tu tipo de piel, una parte del cuerpo en concreto o una característica determinada que poseas tú o alguien de tu familia.

Si no hay circunstancias especiales en tu familia, puedes optar por un protector solar todoterreno con un factor 50 indicado para todo tipo de pieles y, eso sí, resistente al agua. Aquí conviene aclarar que el hecho de que una crema solar sea resistente al agua no quiere decir que no tengas que renovarla. No olvides hacerlo cada dos horas o después del baño.

Los bebés y niños requieren de cuidados especiales cuando se exponen al sol ya que su piel es mucho más sensible que la de un adulto. Se queman y deshidratan con mucha mayor facilidad. Hasta el sexto mes no es recomendable darles un protector solar ni mucho menos exponerlos al sol ya que todavía no han desarrollado plenamente la capacidad de segregar melanina, el pigmento que protege nuestra piel. Hay muchos especialistas que, de hecho, desaconsejan una exposición directa hasta que el bebé no haya cumplido su primer año.

Aunque en el mercado existan marcas que venden protectores solares aptos para bebés de 0 meses, lo cierto es que están hechos específicamente para la luz indirecta del sol, es decir, para el día a día, salir a la calle o situaciones como dar un paseo en el carrito o en el coche.

Cuando los peques van creciendo y ya pueden ir a la playa, piscina o se van de excursión con el cole, lo mejor es ir ‘practicando’ buenos hábitos con ellos: evitar las horas centrales del día cuando el sol pica más, usar sombrero y gafas de sol y tener a mano siempre un protector solar específico para ellos.

Decimos específico porque no solo su piel es diferente, sino también su ritmo. En ese sentido, y para que no aparezcan las quejas de ‘la crema nooooo’, nosotros te recomendamos que te decantes por soluciones pediátricas que no piquen en los ojos, muy resistentes al agua y la fricción y de absorción rápida. Por supuesto, el factor de protección debe ser de 50 o 50+.

Por último, no olvides que si tu hijo o hija tienen piel atópica necesitarán un protector solar especial. Pregúntanos en la farmacia y te asesoraremos sobre la mejor opción.

¿Usas el mismo protector solar para todo el cuerpo, incluida la cara? Es un error muy común que poco a poco vamos desterrando. En muchas ocasiones la razón hay que buscarla en el desconocimiento sobre las posibilidades existentes para cuidar una parte tan sensible, delicada y expuesta como el rostro.

Actualmente, hay toda una gama de productos no solo de fotoprotección facial para no renunciar a tomar el sol, sino también maquillaje fotoprotector para tu vida diaria. En nuestras islas disfrutamos de sol la mayor parte del año. Aunque es estupendo tener un clima así, debemos redoblar las precauciones para no sufrir manchas en la cara y frenar los efectos del fotoenvejecimiento. El fotomaquillaje es una tendencia que aplaudimos. Nos protege durante todo el año y hasta nos puede dar una nota de color en los meses más fríos.

Por otra parte, solemos pasar por alto la protección de los labios. ¿Sabías que los herpes labiales aparecen también como consecuencia de soportar temperaturas altas sin protección? No olvides llevar contigo un buen bálsamo labial y aplicarlo con el mismo interés que el protector solar.

Igual no lo habías pensado, pero si tienes un tatuaje y quieres conservarlo muchos años en perfectas condiciones, lo ideal es que utilices otro protector solar en la zona en que lo llevas. Al tomar el sol tu piel se broncea y oscurece, pero a los tattoos les pasa justo lo contrario, se aclaran por la decoloración progresiva que sufre la tinta. Cuanto más nuevo sea el tatuaje, más rápidamente se degradará. Aparte de evitar tomar el sol el primer mes, tras ese periodo, compra una fórmula para tattoos.

Por último, tenemos que hablar de las pieles sensibles, atópicas, con manchas o tendencia acnéica. Para ellas, también existen protectores solares distintos, pero lo principal es averiguar qué tipo de piel tienes para que adquieras la correcta y, por supuesto, extremar las precauciones frente al sol.

La dermatitis atópica es una enfermedad de la piel que afecta al 2-5% de los adultos y hasta el 10-20% de los niños en todo el planeta. Es un trastorno crónico y prolongado de origen multifactorial. Está relacionado, entre otros, con factores genéticos, hereditarios y hasta climáticos.

Por su parte, la piel sensible es un desorden cutáneo que aparece cuando la función de la barrera protectora de la piel está deteriorada y se vuelve vulnerable a irritantes externos, como bacterias, sustancias químicas, alérgenos u otras. En muchos casos, puede ser transitorio.

Finalmente, las manchas pueden aparecer precisamente por una exposición excesiva y sin control al sol.

En todos los casos, sin excepción, si te aplicas un producto no adecuado lo único que harás será agravar los síntomas más típicos y molestos como picores, enrojecimiento, sequedad, ardor, descamación, erupciones, manchas e hiperpigmentación.