Las vacunas son productos biológicos que actúan como escudos frente a enfermedades infecciosas. Como sabrás, contienen parte del microorganismo del mal que se pretende combatir, aunque de manera muy debilitada o muerta. Es precisamente así como el sistema inmunológico ‘aprende’ a crear defensas y luchar contra las amenazas a nuestro organismo.
La vacunación se inicia prácticamente cuando nacemos. De hecho, las primeras dosis se dan con tan solo 2 meses de edad. Aunque en casi toda España el calendario es muy similar, lo cierto es que existen ciertas diferencias entre unas comunidades y otras.
En cualquier centro de salud podrán informarte del calendario de vacunas para Canarias que se revisa anualmente. Te dejamos un poco más abajo la imagen del planning para 2017. No olvides que la vacunación es la manera más eficaz de blindar a los más pequeños frente a enfermedades peligrosas que pueden tener complicaciones y secuelas graves, o incluso, provocar la muerte. Recuerda, además, que si no lo haces, no solo pones en riesgo la vida de tu hijo o hija, sino la del resto de niños y niñas.
Para que no te quepan dudas de la conveniencia de vacunarse, te contamos cuáles son las vacunas más frecuentes que recibimos a lo largo de nuestra vida y qué brotes se logra evitar.

Difteria
Vacuna inactivada que contiene la toxina que fabrica la bacteria, pero desprovista totalmente de su toxicidad, es decir, no puede producir la enfermedad, pero sí estimula la producción de defensas (anticuerpos) contra ella.
La difteria es una enfermedad respiratoria contagiosa, con frecuencia mortal, debida a la infección por una bacteria, el bacilo diftérico (Corynebacterium diphtheriae).
Es excepcional en Europa, aunque en los últimos años ha habido brotes en la antigua URSS por una caída en la vacunación. En España, por desgracia, en 2015 murió un niño en Cataluña que no estaba vacunado.
Tétanos
Vacuna inactivada que contiene la toxina que fabrica la bacteria, pero desprovista totalmente de su toxicidad, es decir, no puede producir la enfermedad, pero sí estimula la producción de defensas (anticuerpos) contra ella.
El tétanos es una enfermedad muy grave provocada por la toxina de una bacteria llamada clostridium tetánico que se alimenta de la contaminación de heridas con este germen. Es muy poco frecuente en España, no así en países más pobres donde es causa de mortalidad en madres y recién nacidos.
Hay que tener muy en cuenta que sólo la vacunación individual es eficaz para evitarla ya que los vacunados no sirven de escudo para los no vacunados.
Tosferina
Vacuna inactivada que contiene la toxina que fabrica la bacteria, pero desprovista totalmente de su toxicidad, es decir, no puede producir la enfermedad, pero sí estimula la producción de defensas (anticuerpos) contra ella.
La tosferina es una enfermedad infecciosa producida por la bacteria Bordetella pertussis que, en principio, puede parecer un resfriado más, pero que se alarga con una tos persistente durante varias semanas. Es muy molesta en personas adultas y muy peligra en la infancia. Se contagia por el aire o por contacto con objetos contaminados de una persona que la padece.
Haemophilus influenzae tipo B (Hib)
Vacuna inactivada que contiene la toxina que fabrica la bacteria, pero desprovista totalmente de su toxicidad, es decir, no puede producir la enfermedad, pero sí estimula la producción de defensas (anticuerpos) contra ella. Tiene, además, otros componentes que protegen contra otras enfermedades.
Es una bacteria que produce infecciones graves sobre todo en niños y niñas menores de 5 años. Suele alojarse en la garganta y se transmite de persona a persona. En el caso de que penetre en el organismo causa enfermedades graves.
Poliomelitis
Es una de las vacunas más antiguas en el calendario español. El último brote de poliovirus en España se produjo entre 1950 y 1964 y la vacuna gratuita no llegó precisamente hasta 1964 por lo que hay toda una generación afectada. Actualmente está totalmente controlada y prácticamente erradicada en todo el mundo a excepción de países como Pakistán y Afganistán donde la vacunación infantil no está normalizada.
La polio (poliomielitis) es una enfermedad infecciosa vírica muy contagiosa que, bien puede ser asintomática, o presentarse como una gripe leve. Se transmite por vía oral (agua o alimentos), es decir, por ingestión del poliovirus o por contacto con enfermos.
Hepatitis B
La vacuna contra la hepatitis B es inactivada que evita el desarrollo de esta enfermedad infecciosa vírica. La vacunación es importante ya que, de contraer el mal, puede pasar desapercibido para la persona enferma y ser solo detectable a través de un análisis de sangre.
Su transmisión es sobre todo por vía sexual, aunque hay otras maneras como el contagio de un recién nacido que es hijo de madre enferma o portadora del virus. También puede transmitirse a través del contacto con sangre de un portador.
Neumococo
El neumococo es un germen o bacteria que puede producir enfermedades graves. Hay más de 100 variedades, aunque no todas son nocivas. Las vacunas actuales no protegen frente a todas las variedades de neumococo, pero sí son eficaces frente a las más habituales.
Los más vulnerables son los niños y niñas menores de 2 años, las personas mayores de 65 años o que padecen alguna enfermedad que les predispone a esta bacteria.
Generalmente se encuentra en nariz y garganta y desde ahí puede colonizar oído, pulmón, meninges y llegar al torrente sanguíneo.
Meningitis
La enfermedad meningocócica es una enfermedad infecciosa transmisible causada por la bacteria Neisseria meningitidis o meningococo. Los tipos que la causan con mayor frecuencia son A, B, C, W e Y. En la actualidad, en España el principal causante de enfermedad meningocócica es el del grupo B ya que, afortunadamente el meningococo C está controlado gracias a la vacunación.
Conviene señalar que esta vacuna no está financiada, salvo para algunas personas inmunodeprimidas o que hayan padecido una enfermedad meningocócica anteriormente. Es necesaria receta médica para su adquisición en farmacias.
Aunque puede infectar a personas de cualquier edad, es más frecuente en niños pequeños y adolescentes. El microbio se aloja en nariz y garganta, aunque no tienen por qué causar daños a priori, es decir, una persona puede ser solo portadora sin desarrollar la enfermedad. Es posible tratar la meningitis con antibióticos, aunque en casos de avance rápido lo cierto es que este tipo de medicación no es eficaz.
Sarampión
Si tienes peques en casa y te decimos triple vírica o SRP, seguramente sepas de lo que te hablamos. Protege del sarampión, además de las paperas (parotiditis) y la rubeola y es una vacuna de virus vivos debilitados (atenuados) en el laboratorio. Esto quiere decir que no provocan enfermedad, pero sí una respuesta defensiva de larga duración en quien la recibe.
El sarampión aún es una causa importante de muerte infantil en África y Asia. En Europa, las autoridades sanitarias han reconocido que hay un repunte de casos debido a que, por un lado, hay niños y niñas sin vacunar y, por otro, es una enfermedad vírica altamente contagiosa.
Las personas que han padecido la enfermedad quedan inmunizadas.
Parotiditis (paperas)
Infección vírica contagiosa de carácter leve que afecta a las glándulas que producen saliva. No suele revestir gravedad, aunque es incómoda.
Las personas que han padecido la enfermedad quedan inmunizadas.
Rubeola
Es una enfermedad vírica benigna que solo suele presentar problemas graves en el caso de padecerla una embarazada ya que puede afectar gravemente al embrión y ser causa de aborto o de importantes lesiones en el recién nacido.
Las personas que han padecido la enfermedad quedan inmunizadas.
Varicela
Causada por el virus varicela-zóster -también es el causante del herpes zóster-, puede ser una enfermedad muy grave en personas con las defensas bajas, pero, por lo demás, casi todo el mundo, si no ha sido vacunado, suele pasarla en su infancia o adolescencia sin consecuencias reseñables.
Tiene un alto poder de contagio y se estima que cuando hay un persona con varicela en la casa, el 80-90% de la familia la acabarán contrayendo si es que no la han pasado ya. Se transmite por contacto directo con las lesiones de la piel o por el aire a través de las gotitas de saliva que se expulsan con la tos o los estornudos.
La vacunación es efectiva y ahorra las molestias típicas como la fiebre y el picor que producen las erupciones en la piel, especialmente en menores y adolescentes que son los que peor lo pasan.
Virus del Papiloma Humano (VPH)
El virus del papiloma humano (VPH), también llamado papilomavirus, es un germen que afecta a más del 50% de las personas que tienen relaciones sexuales. En su gran mayoría, no les provoca ningún problema y vencen la infección sin enterarse.
No obstante, en determinadas circunstancias pueden provocar cáncer de cuello de útero y otros tumores en ambos sexos, como los faríngeos. Esto suele ocurrir cuando el virus está durante un largo periodo de tiempo en el organismo y con determinadas familias concretas (tipos) de papilomavirus.
Debido a que en el caso concreto del cáncer de útero, el papel de los hombres es el de transmisores del virus del VPH, se recomienda la vacunación en todas mujeres preadolescentes y adolescentes antes del inicio de relaciones sexuales. La razón es que la vacunación es eficaz especialmente si no se ha producido la infección y esto solo puede garantizarse cuando aún no se han iniciado las relaciones sexuales.
Gripe
El virus de la gripe tiene la propiedad de mutar cada año y nuestras defensas no son capaces de reconocerlo o solo parcialmente. Por eso, puede afectarnos de manera diferente en cada temporada. En consecuencia, anualmente hay que fabricar una vacuna adaptada. En la actualidad, todas las que se comercializan en España están hechas en huevo que, o bien contienen el virus muerto fraccionado, o bien, otras todavía en unidades más pequeñas.
Son las autoridades sanitarias las que establecen las recomendaciones en cada campaña, en función de la situación epidemiológica, y por tanto los grupos de población que deben ser vacunados. Por norma general, sólo se debe usar en niños y niñas a partir de los 6 meses de edad.
La gripe puede resultar más grave en los ancianos y en los menores y adultos incluidos en los grupos de riesgo de complicaciones (asma moderada o grave, diabetes, algunas enfermedades renales, enfermedades del sistema inmunológico, enfermedades neurológicas con flaccidez muscular, tratamientos mantenidos con determinados medicamentos, etc.)